GATILLO FÁCIL: INICIÓ EL DEBATE - El policia acusado de abstuvo de declarar

Se inició el debate por el supuesto caso de gatillo fácil en Andalgalá, ocurrido en diciembre de 2015. En la primera audiencia el ex agente de policia Omar vergara se abtuvo de clarar, mientras que tres testigos, integrantes de la fuerza si declararon.

 “¡Ay, Dios mío! No sé qué pasó… se me escapó un disparo” habría dicho Vergará luego de que dispará a Fuenzalida.

Omar Vergara, ex agente de la Policía, está sentado en el banquillo de los acusados de la Cámara Penal de Segunda Nominación. Está imputado por el delito de “homicidio calificado por ser integrante de una fuerza de seguridad”. En la madrugada del 16 de diciembre de 2015, junto con algunos compañeros salió a un requerimiento por un supuesto delito contra la propiedad, en Andalgalá. Había encontrado a dos sospechosos y uno de ellos se oculto debajo un vehículo y en el forcejeo, la escopeta Ithaka disparó un tiro y mató a Ariel Fuenzalida, un adolescente de 17 años. 
Ayer inició el debate en su contra. Frente a Vergara estaban las escopetas Ithaca y Legend que se utilizaron esa noche. Vergara se mostró compungido y recordó que al momento del hecho, hacía poco más de un año y medio que trabajaba en la fuerza. Tenía rango de agente. El imputado se abstuvo de declarar pero, de todas maneras, se leyó lo que había declarado en la etapa de investigación. Según su primera declaración, al momento del requerimiento, en dos ocasiones lanzó la voz de “alto, Policía” y, a modo de advertencia, dio dos disparos al aire. Cuando el joven Fuenzalida fue descubierto bajo un vehículo, estacionado en el garaje de una casa particular, Vergara forcejeó con el adolescente, a fin de sacarlo de ahí abajo, pero la escopeta percutió a corta distancia y le ocasionó gravísimas heridas a Fuenzalida, quien murió a los pocos minutos.
“El arma se disparó. Me puse mal”, había declarado.
Según Vergara, en el corto tiempo que estuvo en servicio fue la primera vez que usó la Ithaca y la segunda vez en un operativo –la primera vez no la llegó a disparar-. “No sabía si estaba (el arma) bien. Fue un accidente. No produje el disparo”, había dicho.
Luego fue el turno de los testigos, quienes recordaron lo que sucedió esa noche y se sometieron al interrogatorio de las partes: el fiscal Gustavo Bergesio; la querella, a cargo de Silvia Barrientos; por la acción civil, Jonathan Rasguido y el defensor Víctor García.
El primer testigo fue el cabo Víctor Alejandro Chaile. Recordó que durante el requerimiento, cuando Vergara encuentra a Fuenzalida escondido bajo el vehículo, lo agarró del brazo. Forcejearon, hubo un tironeo y se escuchó un disparo. “Vergara estaba en shock”, contó. “Se me escapó”, fueron las palabras de Vergara, según Chaile.
También destacó que esa noche, la Comisaría de Andalgalá funcionó con personal mínimo y el oficial de servicio, Flavio Ignes, no se encontraba. “Salimos a la calle sin un oficial”, remarcó.
A su turno, la cabo Roxana Flores declaró que esa noche atendió la línea de emergencia y junto con Vergara, Chaile y otros compañeros salieron al requerimiento pero, al llegar al domicilio en cuestión, ella se quedó a cuidar el móvil. Luego del disparo mortal, vio a Vergara. “¡Dios mío! No sé qué pasó… Se me escapó un disparo”, había expresado Vergara, contó Flores. “Vino pálido. Estaba en shock, nervioso. Le saqué el arma, no sé si por instinto. El oficial de servicio tendría que haber estado al mando. Cada uno hizo lo que pudo”, destacó.
El último testigo fue Sergio Molina, quien contó que esa noche, al momento del requerimiento, tanto él como Vergara siguieron su “intuición propia”, sin un superior que les indicara. Molina tomó por una calle y Vergara buscó a los sospechosos por los techos. “Lo vi muy shockeado y nervioso. Se agarraba la cabeza. Dijo que se le escapó un tiro. Son armas viejas. La (escopeta) Legend –que usaba Molina- era un poco más nueva”, comparó.
Tras los testimonios, el debate pasó a un cuarto intermedio. Los jueces Luis Guillamondegui, Jorge Álvarez Morales y Rodolfo Bustamante continuarán escuchando más testimonios en esta jornada.         
Armamento viejo y poca capacitación
Párrafo aparte merece otra coincidencia de los tres policías, ex compañeros del imputado, que declararon ayer. Contaron, cada uno a su turno, que recibieron instrucción básica, sobre cómo usar armas largas. Esa instrucción fue durante los últimos meses de su formación como suboficiales. Sin embargo, se remarcó que en Andalgalá hay presión para que haya más presencia policial. Aunque tuvieron capacitación en el uso de armas cortas, no pudieron decir lo mismo en relación cn el uso de armar largas.
“Era la primera vez que la usaba y la segunda vez que la llevaba a un operativo. No sabía si estaba (la escopeta) bien. En nueve meses, nunca hubo un curso y no sabía del estado del arma”, había declarado Vergara en la instrucción. Dada la poca capacitación sobre uso de armas largas, el imputado había manifestado que no quería usar un arma. 
A su turno, Chaile contó que esa madrugada se alumbraba con una linterna prestada por su compañera Flores. “Uno se maneja con lo que tiene. En los procedimientos, tenemos que pedir (a los civiles) linternas prestadas. Es un trabajo muy condicionado y seguimos trabajando así”, aseguró.
La cabo Flores recordó que durante los años de servicio en Andalgalá, no hubo mantenimiento a las armas. Molina contó que tanto la Ithaca como la Legend "son armas viejas". Aunque las armas no tenían mantenimiento, en algunos requerimientos debían utilizarlas.