¿Burgos a Salud, Figueroa Castellanos en lugar de Saadi?

CATAMARCA (Redacción).-  La CGT es lo más sucio que existe dentro del gremialismo. Si habláramos de mafia no estaríamos exagerando. Prueba de ello es la forma en que se manejó la normalización de las CGT en las provincias donde el derecho de los trabajadores quedó relegado a intereses políticos mezquinos. Hoy hablaremos de la CGT que se aparea con el poder.


Llorar, cortar cabezas, coimear, ofrecer cargos, bajar candidatos
Para entender el efecto cascada de las decisiones, recordemos que el Triunvirato de la CGT nacional está compuesto por Juan Carlos Schmid, Carlos Acuña y Héctor Daer. En el caso Catamarca por ejemplo, llegaron los “operadores”, Horacio Otero y Luis Lofeudo, que expresan la voluntad de Francisco "El Barba" Gutiérrez.
El mandato era supuestamente “unificar” la CGT por lo que los “enviados” que desembarcaban en Catamarca la jugaban de “neutrales”. No obstante, desde Buenos Aires la injerencia fue determinante para favorecer a dirigentes que respondan a una lógica como la que describe Maquiavelo. La virtud de El Príncipe es conseguir y sostenerse en el poder a como dé lugar. Se sintetiza en la frase “el fin justifica los medios” y traducido a nuestro tiempo significa: llorar, presionar, cortar cabezas, coimear, ofrecer cargos, viviendas, bajar candidatos, mercadear con funcionarios, etc, etc, etc.  

Acuerdo: “no entorpecer” la administración provincial y “patalear” contra Macri
De la negociación -con las peores prácticas-, resultó el binomio integrado por Leonardo Burgos (ATSA) y Roberto González (Comercio) para conducir la CGT Catamarca. Se presume que antes de fin de año, quedará una sola persona al frente de la entidad local, por tanto ya Burgos y Gonzales se miran de reojo estudiando por separado cómo hacer caer al “compañero”. La traición, en este circuito, es moneda corriente.
Incluso la gobernadora, Lucía Corpacci (FJPV), tuvo varias reuniones con la cúpula de la CGT nacional. El acuerdo implica “no entorpecer” la administración provincial al tiempo que poder patalear contra Macri las veces que haga falta. Léase, la CGT como un órgano para trabajar con las “bases”, tal como lo hizo históricamente el peronismo. 

El gremialista “asesor” del Gobierno (¿Cómo hacer para estar de los dos lados del mostrador?)
De manera que se puede decir que Burgos era el candidato del oficialismo provincial a ocupar la CGT local. Prueba de ello son las relaciones carnales y comerciales de Burgos con el Gobierno de la Provincia y el ministro Ramón Figueroa Castellanos antes, durante y después de la elección en la entidad que conducía Pedro “Uto” Carrizo.
Como “asesor” del Gobierno, pasando por utilizar el local de ATSA para lanzar candidatos del FJPV (Omar Gallardo) hasta la anécdota de ser disputado provincial en la lista del FJPV. El propio Burgos repite en todos los bares de Catamarca que el corpaccismo le ofreció ser ministro de Salud y que –en ese enroque- el actual titular de la cartera sanitaria (y amigo) Ramón Figueroa Castellanos pasará a ser el reemplazo de Gustavo Saadi en el ministerio de Gobierno y Justicia, cuando el ministro político de Corpacci asuma como diputado nacional. 

Ningún gremialista puede explicar su nivel de vida (gorditos de alto nivel adquisitivo)
En cuanto a la asesoría del doctor Burgos al oficialismo provincial consta en los Boletines oficiales del Gobierno. El gremialista es juez y parte. Al parecer, puede estar de los dos lados del mostrador ¿De esto la CGT nacional no se percata o es cómplice? ¿Es el “tipo” de dirigente que buscan Schmid, Acuña y Daer? 
Burgos, un abogado que maneja mucho dinero (pocos dirigentes gremiales pueden explicar su crecimiento patrimonial), no era la ”renovación” sino la “continuidad” de ese gremialismo que permanece con los pantalones bajos entregado al poder de turno.  Asimismo le garantiza a “Uto” Carrizo “impunidad”.

Logros para los trabajadores, sin necesidad de copular con el intendente
¿No  había otra alternativa? Walter Arévalo del SOEM Capital era la verdadera renovación propuesta por Compromiso Catamarqueño pero no le convenía al Gobierno de la provincia.  Además, cuando Arévalo vio la mafia de cómo se maneja la CGT dio un paso al costado.
El perfil del joven dirigente tampoco les cerraba a las autoridades nacionales a pesar de los logros -sobre todo en materia salarial- para los trabajadores municipales, sin necesidad de copular con Raúl Jalil, el intendente capitalino de la Renovación Peronista.

El paro (“prueba de fuego”) para Burgos y González que terminará en el Shopping Buenos Aires 
La prueba de fuego para Burgos y Gonzales será el paro llamado por la CGT nacional para fines de agosto, pues el nivel de representatividad y convocatoria es tan bajo que no se arriesgaran a pasar vergüenza y quedar expuestos en la provincia. Seguramente la conducción de la CGT local alquilará un par de colectivos para mezclarse con la muchedumbre en Buenos Aires y, de paso, hacer un poco de shopping con las regalías que deja el gremialismo y el uso indiscriminado de la figura del General. ¡Viva Perón, carajo!

Por Juan Carlos Andrada
Especial para El Intransigente (La Verdad de contarse entera… Siempre) http://www.elintransigente.com/politica/2017/8/3/aparea-poder-448104.html