EN SU PEOR MOMENTO...

El desmantelamiento casi total que se produjo recientemente de la fábrica procesadora de membrillo ubicada en Huachaschi, configura sin lugar a dudas una síntesis del nivel de responsabilidad y compromiso con que sistemáticamente se la vino manejando desde la década del 80, en donde se la concibió como una herramienta política para ganar elecciones. Si bien se reconoce como muy grave la situación debido a que cerca de 100 familias perdieron su fuente laboral, al margen de la inestabilidad con la que venían trabajando y la deuda que se les dejó, nadie entiende como un proyecto de cooperativa respaldado muy fuertemente por el gobierno de la provincia conjuntamente con el municipio y algunas empresas mineras, de pronto queda reducido a la mínima expresión, y a nadie parece importarte.
La postal entregada por "La Pulpadora" en los últimos tiempos, pero más precisamente el pasado domingo en horas de la mañana, es de un abandono absoluto por un emprendimiento productivo que, objetivamente hablando desde el sentido común, jamás debió ser "alquilada" porque se atentó contra el mismo espíritu del cooperativismo que es la solidaridad, razón por la cual extraña que no se haya actuado jurídicamente para prevenir, y tampoco para conocer fehacientemente en qué condiciones vino funcionando societariamente hasta entregarla en manos de una persona que hoy está literalmente desaparecida, luego de haber dejado como saldo una lista interminable de compromisos incumplidos que ponen en riesgo de embargo incluso su mismo predio, cuyo alambrado perimetral fue financiado por Agua Rica en una suma superior a los 200 mil pesos.

Casualmente, y en el marco de una investigación periodística, se han conocido los primeros números, en concepto de deuda que la comisión a cargo deberá afrontar, con respecto a una cantidad significativa de proveedores que han recurrido a la justicia para recuperar lo invertido. La información da cuenta, por ejemplo, una empresa porteña que oportunamente le proveyó de latas que reclama el pago de dos cheques por un valor superior a los 100 mil pesos; idéntica situación es la de una firma andalgalense que le vendió pulpa de tomate por un monto que supera los 50 mil, al igual que un comercio familiar del rubro elementos de seguridad; además, estamos recopilando documentación de una industria riojana que asegura que se le adeudan más de 400 mil, y otros casos que persiguen el cobro de un caudal de dinero muy superior, representando una mínima parte del pasivo a cubrir.

Cuanta distancia hay entre lo que está ocurriendo y lo que oportunamente manifestaba el mismo concejal Gustavo Álvarez (titular de la cooperativa "El Fuerte") cuando decía que por su gestión daba inicio a la cultura del trabajo, adquiriendo maquinaria y tecnología para agilizar el procesamiento, envasado y exportación de membrillo, entre otros productos, gracias a dineros provenientes de la actividad minera. Todavía está fresco en la memoria colectiva de la comunidad cuando en conferencia de prensa anunciaba oficialmente la compra de una lavadora, de tachos mezcladores y una cantidad significativa de chapas de fibra de vidrio, compra que superó los 150 mil pesos y que fueron aportados mediante un convenio con Minera Alumbrera Ltd. Reiteradamente Álvarez aseguraba que esta procesadora iba a trabajar más de 50 mil kilos de pulpa durante una jornada, superando todos los registros, y que en un futuro no muy lejano, se adquiriría maquinaría de última generación.  

Creemos que es el momento de actuar de manera eficaz, ya que no se puede seguir tolerando indiferentemente que las instituciones, las cooperativas, y las organización sigan desapareciendo, cuando forman parte de una infraestructura social que son los pilares fundamentales para el desarrollo de Andalgalá. La fiscalía, el mismo Concejo Deliberante, los vecinos que directa o indirectamente también son responsables por la realidad de esta fábrica tienen la obligación, como organismos de control, de exigir información, delimitar responsabilidades y actuar en consecuencia. Es más, estamos convencidos que aquellos que hicieron algún aporte, el mismo gobierno que la utilizó como bandera proselitista, y los medios de comunicación, igualmente tienen que exigir la clarificación de todo lo actuado y que esta cooperativa cumpla con sus compromisos.


AMPLIAREMOS.