Claudia Cativa, una víctima de la violencia de género, también
tuvo que enfrentar la discriminación, porque luego de haber sido
brutalmente golpeada por su pareja, fue dada de baja de su trabajo con
la excusa de que se había ausentado por algunos días.
La mujer, explicó que la situación, lejos de
haberse mejorado tras dar a conocer públicamente su dramática historia,
ha ido de mal en peor, porque su expareja ahora está arbitrando los
medios necesarios para que sea desalojada de su hogar.
Desalojo
Claudia explicó que días pasados le llegó un citación para presentarse ante un juez andalga-lense, porque su expareja asegura que la vivienda que ella habita fue construida con material pagado por él, lo que ella niega completamente. “Él hizo una mensura de la casa y presentó eso, pero yo también tengo una mensura”, indicó. “No puede ser que haya dos mensuras de la casa. Yo tengo los comprobantes de pago de todo lo que se hizo para esta casa”, dijo. “Consiguió a un abogado de acá de Saujil de apellido Rodríguez que lo está asesorando y está tratando de que me desalojen”, aseguró la mujer.
Asimismo, de acuerdo con lo que el representante legal de su ex le dio a conocer, éste denunció que su hija de 9 años no asiste a la escuela y que a la niña no se la cuida como corresponde con el dinero de la cuota que él le pasa mensualmente. “Eso es totalmente mentira”, asegura Claudia indignada, dando a conocer que “él nunca cumplió con la cuota alimentaria de la nena”.
Persecución
Claudia, por otra parte, manifestó su preocupación porque su hermana, que trabaja en la municipalidad de Saujil –de donde ella fue echada- está siendo víctima de persecuciones. “Mi hermana trabaja en Legajos y luego de todo este problema comenzaron a aislarla cada vez más y se siente perseguida, no la dejan trabajar en paz como antes”, indicó, agregando que fue obligada a tomar una licencia de una semana, lo que antes no había sucedido nunca.
Aseguró también que siente temor porque, a pesar de que hizo pública la denuncia con todo lo que le sucedió, el intendente de la municipalidad no la recibió para hablar sobre su baja. “No hacen las cosas como tienen que ser; a mí me echaron porque soy gremialista”, lamentó, reclamando la injusticia de la que se vio víctima.
Asimismo, relató que una representante de INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) se puso en contacto con ella días pasados, luego de tomar conocimiento de su caso a través de la publicación de El Esquiú.com, “pero me pidieron que vaya a las oficinas que quedan allá en Catamarca y yo no tengo dinero ahora que estoy sin trabajo. Apenas tengo plata para mantener a mis hijos, que es lo que me ayudan mis otros hijos que viven en San Luis”.
Claudia pide ser escuchada y también ayuda y asesoramiento, ya que no sólo perdió su trabajo y la posibilidad de darles a sus hijos el bienestar económico que se merecen, sino que ahora está en riesgo de perder su casa.
Cabe recordar que la mujer, a través de una entrevista publicada días pasados en este medio, relató cómo fue víctima de la violencia de su pareja, quien la golpeó a ella y a su hija discapacitada.
Luego de sobrevivir a esa terrorífica escena, Claudia viajó a San Luis para resguardarse del violento accionar de quien ahora es su expareja, pero el viaje le costó su fuente laboral, porque en la comuna de Saujil, donde prestaba servicios, le dieron de baja sin aceptar la carpeta médica que presentó ni las denuncias penales en contra del hombre que la maltrató física y psicológicamente.
Sin explicación
Cativa explicó que el abogado que se encarga de asesorar a su exnovio trabaja en la Casa de la Justicia de Saujil, pero ella no entiende por qué le brindan apoyo al hombre que por años la maltrató viviendo bajo su propio techo.
“Les debe haber mentido y les dijo que yo no cuido de su hija y otras atrocidades más, haciéndose el padre modelo. Es que este señor no tiene límites”, indicó, asegurando que esta organización se dedica a dar ayuda a los desprotegidos.
Desalojo
Claudia explicó que días pasados le llegó un citación para presentarse ante un juez andalga-lense, porque su expareja asegura que la vivienda que ella habita fue construida con material pagado por él, lo que ella niega completamente. “Él hizo una mensura de la casa y presentó eso, pero yo también tengo una mensura”, indicó. “No puede ser que haya dos mensuras de la casa. Yo tengo los comprobantes de pago de todo lo que se hizo para esta casa”, dijo. “Consiguió a un abogado de acá de Saujil de apellido Rodríguez que lo está asesorando y está tratando de que me desalojen”, aseguró la mujer.
Asimismo, de acuerdo con lo que el representante legal de su ex le dio a conocer, éste denunció que su hija de 9 años no asiste a la escuela y que a la niña no se la cuida como corresponde con el dinero de la cuota que él le pasa mensualmente. “Eso es totalmente mentira”, asegura Claudia indignada, dando a conocer que “él nunca cumplió con la cuota alimentaria de la nena”.
Persecución
Claudia, por otra parte, manifestó su preocupación porque su hermana, que trabaja en la municipalidad de Saujil –de donde ella fue echada- está siendo víctima de persecuciones. “Mi hermana trabaja en Legajos y luego de todo este problema comenzaron a aislarla cada vez más y se siente perseguida, no la dejan trabajar en paz como antes”, indicó, agregando que fue obligada a tomar una licencia de una semana, lo que antes no había sucedido nunca.
Aseguró también que siente temor porque, a pesar de que hizo pública la denuncia con todo lo que le sucedió, el intendente de la municipalidad no la recibió para hablar sobre su baja. “No hacen las cosas como tienen que ser; a mí me echaron porque soy gremialista”, lamentó, reclamando la injusticia de la que se vio víctima.
Asimismo, relató que una representante de INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo) se puso en contacto con ella días pasados, luego de tomar conocimiento de su caso a través de la publicación de El Esquiú.com, “pero me pidieron que vaya a las oficinas que quedan allá en Catamarca y yo no tengo dinero ahora que estoy sin trabajo. Apenas tengo plata para mantener a mis hijos, que es lo que me ayudan mis otros hijos que viven en San Luis”.
Claudia pide ser escuchada y también ayuda y asesoramiento, ya que no sólo perdió su trabajo y la posibilidad de darles a sus hijos el bienestar económico que se merecen, sino que ahora está en riesgo de perder su casa.
Cabe recordar que la mujer, a través de una entrevista publicada días pasados en este medio, relató cómo fue víctima de la violencia de su pareja, quien la golpeó a ella y a su hija discapacitada.
Luego de sobrevivir a esa terrorífica escena, Claudia viajó a San Luis para resguardarse del violento accionar de quien ahora es su expareja, pero el viaje le costó su fuente laboral, porque en la comuna de Saujil, donde prestaba servicios, le dieron de baja sin aceptar la carpeta médica que presentó ni las denuncias penales en contra del hombre que la maltrató física y psicológicamente.
Sin explicación
Cativa explicó que el abogado que se encarga de asesorar a su exnovio trabaja en la Casa de la Justicia de Saujil, pero ella no entiende por qué le brindan apoyo al hombre que por años la maltrató viviendo bajo su propio techo.
“Les debe haber mentido y les dijo que yo no cuido de su hija y otras atrocidades más, haciéndose el padre modelo. Es que este señor no tiene límites”, indicó, asegurando que esta organización se dedica a dar ayuda a los desprotegidos.
